Los que me seguís de la anterior etapa del blog ya me conoceréis que no me gusta ser simplemente un mero resumidor de reseñas de discos y cosas por el estilo. Sabéis que me gusta comentar las cosas en detalle y sobre todo intentar crear pequeños espacios de reflexión. Sabéis que siempre os he invitado a participar, y por supuesto espero que con esta entrada de hoy pueda levantar la suficiente polvareda como para que os animéis a escribir.
Como sabéis, hace mucho, muchísimo, diría yo, que tengo el otro blog abandonado, pero lo mantengo online porque no es desdeñable el monumental volumen de textos y reseñas que está colgado. Pero el hecho de que esté sin cosas nuevas parece que no os impide que algunos le sigáis echando un ojo (algo que me llena de especial orgullo). Hoy mismo, de hecho, me he topado con un nuevo comentario, que me ha dado pie a escribir esta entrada. Su autor, Mark Veland, hace una de las declaraciones más grandes que he tenido nunca el honor de publicar en el blog. La entrada hablaba en cuestión sobre la existencia de gays en el black metal, y fue escrita a la estela de la noticia de la salida pública del armario de Ghaal, el ya ex cantante de Gorgoroth. Os reproduzco aquí el comentario, no me resisto a hacerlo:
"Muy deacuerdo.Yo soy homosexual y escucho mucho black metal. De hecho he tenido problemas con algunos blackmetaleros nazis que por el hecho de ser homosexual han dejado de tener contacto conmigo.Que les jodan.El blackmetal es buena música, soy el primero que la escucho, y por tanto, no soy la típica marica loca que viste de colores llamativos...Tampoco soy el típico machito ibérico. Soy una persona, homosexual y fan del black metal.Saludos!"Ya os digo que este comentario me ha entrado hace muy muy poco en el correo para su publicación. Y es interesante de publicar porque, y vuelvo a ello, nos pone a todos de frente con una de esas realidades que en si están en toda la sociedad, pero que en un mundo tan cerrado como el que gira en torno al black metal y el metal extremo se convierte en algo que hay que plantearse. Pero no para que empiece a haber "Orgullos gays blackmetaleros". No es cosa de sacar a relucir banderitas. En este sentido me quedo con la última frase de Mark en su comentario: "Soy una persona, homosexual y fan del black metal". Y punto, que diría la "payasa del pueblo". ¿Hace falta acaso algo más que ser persona? Por desgracia, hay demasiada gente (entre ellos muchísimos que no son nazis) para los que ser blackmetalero y gay son cosas contrapuestas e incompatibles. Quería pensar que cada vez hay más seguidores del black metal que separan lo que es la música de lo que es la vida privada de cada uno de nosotros. Pero aun quedan demasiados que no. Seamos sensatos: si Mark llegara y dijera a más de uno que escucha black metal y es gay, sabéis que se le quedarían mirando como si tuvieran delante a un perro verde o algo así. O si otro tipo (por no citar siempre a este lector) blackmetalero va a un concierto con su pareja masculina y revelan públicamente su condición...¿no pensáis que casi seguro que se arma un lio, aunque sea de un par de personas aisladas?
En el fondo de está cuestión, igual que la de otras muchas cosas, no está ni la educación, ni la política, ni nada. Está simplemente la mente de cada uno de nosotros. El black metal, cierto es, tiene una forma de ser, de expresión, que o nos identificamos con ella o la rechazamos. Pero identificarse con el black metal no quiere decir vivir según la idea principal del black metal. Es solo un estilo de música, y lo escogemos está claro que no solo por un mero sentido estético, sino porque a todos nos atrae en alguna medida el mensaje que puede expresar. Pero si elevamos a la categoría de religión, de filosofía o de ideología el black metal es cuando lo estamos desvirtuando, y sobre es cuando nuestro "personaje" black metal supera a nuestra persona, que al fin y al cabo es lo importante. Personalmente, cuando el black metal me habla de misantropía, no entiendo esto como odio a los demás, sino como una forma de crecimiento personal que se logra desprendiéndose de la mediatización a la que nos someten los demás. El misántropo es aquel que se crece a si mismo, no que odia a los demás. El mismo hecho de odiar nos esclaviza.
Y con esto llegamos al principio del tema de nuevo. Aquellos que odian a los gays, aun más dentro del black metal, son precisamente aquellos que más necesidad tienen de estar rodeados de personas. Nuestra sexualidad, a la que estoy seguro que ninguno, por muy misántropos que nos consideremos, estamos dispuestos a renunciar, es solo otro rasgo de nuestra personalidad, como lo es la música que queremos oír y la filosofía que queremos adoptar. Por encima de las tres cosas sigue estando el tipo de personas que somos, no lo que oimos, pensamos o hacemos en la cama.
Bueno, aunque dudo que muchos de vosotros os leáis este puto coñazo que he soltado aquí, aquellos que si lo hagáis me gustaría que dierais vuestra opinión, aunque sea para ponerme a parir y decirme que digo tonterías. Sé que puedo cometer aparentes contradicciones (o al menos a alguien que me conozca así le puede parecer) pero os aseguro que esto es lo que pienso. Como os he dicho, esto no lo escribo para que me den el Pulitzer, ni para recordarme lo que pienso: lo escribo para que comentemos y debatamos. Esa creo que es la función de un blog, no que ponga yo mis tonterías y vosotros las leáis.
Un saludo a todos, y especialmente a Mark Veland, por un comentario (por desgracia) muy valiente.
Cuando me enteré de que Gaahl era homosexual simplemente pensé "ah" y pasé a otra cosa. No me llamó la atención que un famoso revelara su homosexualidad, además ahí están por ejemplo Halford y Mercury, dos artistas innegablemente grandísimos a los que nadie (creo, o muy poca gente) desprecia por su orientación sexual, pero la verdad no me había parado a pensar en la "cerrazón blackmetalera" hasta que leí aquella entrada tuya. Será porque conozco un buen puñado de homosexuales y algunos de ellos son bastante cercanos a mí, pero veo ser homo o hetero como ser alto o bajo o ser forofo del metal o del jazz... No sé si eso me hace más tolerante o más ciego a la realidad social, pero en cualquier caso me parece un poco triste que haya que plantear debates como este. No el que lo propongas tú, por supuesto, sino el hecho de que a alguna gente le parezca mal que uno sea homosexual y blackmetalero a la vez y que esa gente dé pie a plantearlo... no sé, es algo que no acabo de entender. ¿Cómo puede haber algo malo en una orienación sexual, y por qué va a influir ésta necesariamente en la música que se escuche? Es comparar la velocidad con el tocino, hay gente que es absurda de cojones... Espero que no haya muchos casos como el de Mark (de intolerancia, no de homosexualidad, obviamente), aunque la verdad esos que dejaron de tener contacto con él demostraron que no son gente que valga la pena, casi mejor haber perdido el contacto.
ResponderEliminarA mi me interesa la musica, no la tendencia sexual de los que la hacen o la escuchen. Es asi de facil y simple.
ResponderEliminarRMS.