Lo prometido es deuda. Un blog que reverencia al black metal no puede dejar de incluir un viaje al norte como uno de sus artículos.
Pues si. Aprovechando que tenía una amiga haciendo Erasmus en Helsinki, otros dos amigos y un servidor de ustedes se liaron la manta a la cabeza, los plumas al cuerpo y nos cogimos un avión para pasar una agradable e increíble semana en Helsinki. La verdad es que con el solazo que esta cayendo ahora mismo, añoro en cierta forma la nieve que seguramente aun cubra buena parte de Helsinki.
Pues nada, a primera hora del día 10 de marzo cogíamos un vuelo hacia Amsterdam, donde teníamos que hacer una escala antes de coger el vuelo definitivo a Helsinki. Y si, nos dio tiempo a bajarnos unas horitas a Amsterdam, debido a que la escala no era precisamente corta (7 horas). Allí, excepto fumar hachís hicimos casi todo, pero no creo que fuera por falta de ganas, puesto que un vuelo nocturno a Helsinki todo fumados prometía ser como poco divertido. Pero bueno, fuimos algo responsables... Finalmente, hacia las 8 de la tarde nos cogíamos el vuelo a Helsinki, en donde aterrizábamos a eso de las 12, hora local (allí es una hora más que en España) en medio de una ventisca de nieve acojonante. De hecho, la pista era lo único que podíamos distinguir del aeropuerto. De allí, derechos a casita de nuestra amiga, que fue a recogernos muy amablemente al aeropuerto.
Desde el día siguiente, nos metimos lleno en el centro de Helsinki. Para que os hagáis una idea, Helsinki es una ciudad superextensa, aunque en ella apenas vivan un millón de habitantes. Más allá del centro (no demasiado grande) hay un montón de barrios, y más allá de estos barrios, unas cuantas ciudades-dormitorio, como Vantaa o Espoo. Y entre barrios y ciudades, pedazos de bosque que dejan que crezcan libremente, dentro de un orden.. De ahí que salga una ciudad tan extensa.
Uno de los primeros sitios que vimos fue la estación de tren, que sirve al mismo tiempo de principal nudo de comunicaciones de la ciudad, ya que allí también para el metro y paran o pasan todas las lineas de autobús y tranvía.
Desde allí fuimos hacia la zona de Katajanokka, donde pudimos entrar en la catedral protestante de Helsinki, austera como suele ser todo lo luterano... y a apenas unos cien metros, la catedral ortodoxa, muchismo más recargada, y que a mi particularmente me gustó bastante, en cuanto que el culto ortodoxo lleva más de mil años sin variar. Un pedacito de la vida medieval congelado en nuestro tiempo.
Aquí tenéis ambas iglesias. Si, el que posa delante de la catedral luterana soy yo, y esa la subo exclusivamente porque no se me vé la cara por el copo de nieve que manchaba el objetivo. Y tampoco os creáis que era tan tarde cuando tome la segunda foto, la de la catedral ortodoxa. Ni siquiera había tan poca luz, pero digamos que me pasé un poco con el programa manual de la cámara...
En esta foto podéis observar la suntuosidad y el sutil toque oriental del arte ortodoxo. Seaís o no creyentes, observar el arte religioso es entender gran parte de la historia tanto del país donde estamos como de gran parte de Europa. Menos mal que estamos sabiendo, en la actualidad, desvincular nuestra historia de la del Cristianismo, que tanto daño hizo a Europa.
Y aquí tenéis otra foto del puerto de Katajanokka. Ese ferry que veis al final del muelle zarpó delante de nuestras narices rumbo a Tallinn. Ahí fue cuando decidimos sin lugar a dudas que teníamos que cruzar a Tallinn. Y lo hicimos, pero no adelantemos acontecimientos.
El sabado 12 de marzo amaneció despejado sobre la ciudad. De modo que fue el día que escogimos para cruzar a Suomenlinaa. Esta es una isla que se encuentra unos pocos kilometros al sur de Helsinki. Es una antigua fortaleza militar, y de hecho hoy en día es el principal atractivo turístico de Helsinki, además de que la isla tiene 900 habitantes permanentes. Por eso, el barco que une la isla del continente está integrado en los transportes públicos de la ciudad.
Este es uno de los aspectos que ofrece la isla, que es mucho más grande que esto, por supuesto. Bueno, de hecho, Suomenlinaa es la más grande de las cuatro islas que componen el conjunto que recibe dicho nombre. Lo único que están tan cercanas una las otras que hay cuatro puentes que las unen. La isla que aparece en la foto en la academia de la marina militar finlandesa. A pesar de ser una instalación militar, es visitable.
En esta graciosa foto se me ve a mi sacándome la bota después de verme hundido hasta la rodilla en la nieve, y por supuesto para evitar que se me calara el pie, porque si se me calaba, con el frío que había ya me podía dar por jodido.
Estuvimos fundamentalmente en la isla grande, Suomenlinaa, que es donde están las imponentes fortificaciones militares del siglo XVII. No obstante, las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la isla demuestran que ya vikingos suecos pudieron poblar la isla en el siglo IX-X como punto de abastecimiento en la ruta comercial de suecos y daneses con los primeros rusos y los comerciantes lituanos. La fortaleza que es visitable hoy en día fue comenzada por los suecos entre los siglos XV y XVII y completada por los rusos en el siglo XIX y por los propios finlandeses en el siglo XX. Lo curioso es que todos respetaron la estructura original en piedras irregulares. Entre los edificios había polvorines, bastiones, almacenes de abastecimientos, murallas de defensa, restos de torres de observación y zulos, además de un sinfin de tuneles subterraneos que permitían la comunicaciones entre los defensores en caso de asedio, para evitar salir al exterior y ser victimas de un cañonazo enemigo.
Aquí teneis dos cañones de los usados para la defensa de la isla en el pasado. El montículo que se observa detrás es una de las estructuras donde se guardarían estos cañones para protegerlos del fuego enemigo y serviría así mismo de almacén. Estas estructuras estaban reforzadas en cemento, puesto que fueron usadas en 1941 en la guerra que enfrentó a Finlandia con la URSS. Por cierto, estando aquí, no os podéis ni hacer idea del viento que corría...
Aquí dos aspectos de esta fortaleza militar. En la primera foto se vé al fondo el final del tunel donde nos encontramos con aquellos "amistosos" blackmetaleros finlandeses que ya os comenté en la entrada previa. Por cierto, ahora que me acuerdo, esos tres debían ser los únicos finlandeses con el pelo castaño que me tropece, xD
Y esta última foto tomada encima de una de las murallas de Suomenlinaa. Sirva para empezar a explicaros que tipo de paisajes pueden inspirar a un grupo de black metal...
No voy a comentar demasiado del domingo 13. Ese día nos levantamos escandalosamente tarde y por tanto no nos dió tiempo a hacer demasiado. Además perdimos mucho tiempo en el Museo Nacional de Historia, del que tampoco comentaré gran cosa, salvo que está en una antigua iglesia del siglo XVI y que como arqueólogo me resultó muy interesante observar restos prehistóricos de culturas que no conocemos en España...
Esa tarde nos pasamos por la llamada "isla de las ardillas" llamada así por que supuestamente hay un montón de estos animalitos, aunque para variar nosotros no vimos ni una. Allí pudimos, entre otras cosas, caminar por una bahía helada sin miedo a que el hielo se resquebrajara...
La isla es en sí un enorme bosque sobre el que apenas ha actuado la mano del hombre, más que para conservar abiertos los caminos. Con estas condiciones, ha sido aprovechada para instalar en la isla un bonito museo etnográfico sobre el mundo rural finlandés. Pudimos ver varias casas de madera de los campesinos finlandeses, como serían sus molinos, embarcaderos, edificios públicos, iglesias, graneros y saunas... aparte de tener una idea aproximada de como sería el bosque lapón profundo.
El lunes 14 era el día grande del viaje. Nos levantamos a las 5 de la mañana, pero compensó. A las 8 de la mañana zarpabamos desde el puerto de Lansistama hacia la capital de Estonia, Tallinn.
Para que os hagáis una ligera idea, el centro de Tallinn es como una pequeña ciudad medieval conservada en el tiempo. Obviamente no es como hace 500 o 600 años, pero si ha logrado conservar el aspecto más o menos original de la ciudad. Nosotros apenas salimos de ahí.
Este es el aspecto que ofrecía parte del centro de Tallinn desde las murallas del sur de la ciudad vieja. Por cierto, unas murallas en que si no moriamos allí ya podíamos darnos por satisfechos...
Ahí teneís una vista de las murallas. Luego de estar por ahí arriba nos pasamos por la zona centro. Pudimos caminar por las calles de la ciudad, muy agradables. Casi todas tienen tonos muy suaves que contribuyen a darle un aspecto muy curioso a la ciudad, a veces mucho más coloridas que nuestras propias ciudades aquí en España.
La plaza del centro de Tallinn, Raekoja Plats, es sin duda mi sitio preferido de toda Tallinn, el que más me gustó. Las casas tienen esos tonos cremosos y rosados que le dan un aire al mismo tiempo señorial y divertido a la plaza. Al lado además estaba el ayuntamiento de la ciudad (creo que era el ayuntamiento, :S) y antigua cámara de comercio, de cuando la ciudad estaba integrada en la Hansa.
A las cinco de la tarde teniamos que coger el ferry a Helsinki de nuevo (la travesía duraba tres horas en cada sentido!!) Fueron unas pocas horas, pero sin duda que mereció la pena. Desde luego voy a volver en cuanto pueda.
El día 15 era ya el último de nuestra estancia por allá arriba. Así que nos lo tomamos con más calma. Vimos el mercado de Hakaniemi, donde encontramos carne de reno para hacer una pequeña cena esa noche. Además, nos habíamos venido con un precioso botín de Estonia:
Bueno, antés de que penséis nada, os tengo que explicar que el alcohol es tremendamente caro en Finlandia por culpa de los impuestos. De modo que los propios finlandeses les compensa pillarse un ferry y cruzarse a Estonia en busca de cervezas y alcohol. Nosotros, para no ser menos, hicimos lo propio, pero os aseguro que da impresión ver como los pasajeros que a la ida iban con unos carritos de equipaje tranquilamente plegados a la vuelta llevaban cuatro o cinco paquetes de 32 latas o dos o tres cajas de botellines. Esto, que en Estonia podía estar en torno a los 50 euros, rebasaba con mucho los 90 en Finlandia, de modo que haceros una idea...
A última hora de la tarde, decidimos pasearnos por el bosque de Vikii, el barrio donde estaba viviendo nuestra amiga. Es uno de los pedazos de bosque en donde el hombre no ha metido la mano, sino más bien lo contrario: dejan que crezca libremente. Tan solo se mantiene abierto un camino, además iluminado por farolas. Era curioso ver como por allí nos tropezamos con bastantes personas haciendo esquí de fondo. Y había que tener cuidado porque no avisaban cuando venían, sobre todo porque como el camino hacía una pequeña bajada venían embalados. Pero en este bosque también pude sacar algunas fotos muy bonitas, y que me hicieron entender definitivamente en que se insipiraban bandas como Windir, Thyrfing, Manegarm, Horna, Behexen, Moonsorrow... para hacer su música.
La nieve nos llegaba hasta casi la rodilla, sobre todo porque para atajar para llegar a este bosque tuvimos que pasar por una inmensa superficie nevada que en verano son campos de cultivo que tienen algunos vecinos, pero que en invierno se convierten en enormes superficies de nada. Pero eso sí, las vistas que ofrecía el bosque son increíbles.
En fin, cuando salíamos del bosque, ya para irnos a casa, se me ofrecía una fotografía que perfectamente podría aparecer como portada de la demo de un grupo underground de pagan metal:
En fin... cuando subimos a casa, nos preparamos un guiso con la carne de reno, pero considerablemente españolizado dado que le hicimos un sofrito con cebolla, ajo y no me acuerdo que más. Nos bebimos las 10 cervezas entre todos, un colega y yo acabamos con una pequeña borrachera (nos pimplamos dos litros cada uno) y luego llegó la hora de retirarse, a eso de las dos de la mañana, que al día siguiente salíamos a la 1 de la tarde para Madrid de nuevo.
That's all, que dirían los ingleses... Un viaje muy bonito, genial, lleno de vivencias y que desde luego para mi ha tenido algo de "peregrinación", a mirar con mis propios ojos aquellos parajes que inspiran a los mismos grupos que luego devoro con insistencia en España. Ver esos bosques, aunque os parezca algo tonto o de simples, tuvo algo de especial, logre entender plenamente la música, entiendes entonces que la expresión musical más pura que llega de esos paises solo puede ser el black metal. Creo que fue un auténtico "sueño pagano".
Qué malos recuerdos me trae la Taurus XDD Qué raro! la Saku Dublin no la probé (y me hice un recorrido por todas las birras del enorme stand del supermercado XD) pero no veo la A. Le Coq o la Saku Tradicional, que son las más demandadas en Estonia :D
ResponderEliminarBuenos recuerdos me trae ver fotos de Tallinn otra vez (hasta me puse a ver las fotos de entradas antiguas de mi blog otra vez :D)
Por cierto, los finlandeses caen fatal en Estonia en general, dicen que son unos maleducados, borrachuzas y que sólo vienen en el ferry para comprar alcohol e irse de prostitutas XD
(no viste a un montón de tajados de todas las edades en el ferry Helsinki-Tallinn? jajaj) Una vez unas señoras de unos 40 o 50 años todas bebidas empezaron a intentar ligar con uno de mis amigos en él XDD)
Ah buenos recuerdos..
Jajaja, bueno, lo de las cervezas fue que básicamente seguimos un criterio de a ver que etiqueta era la más bonita, xDDD
ResponderEliminarY si, vimos considerables tajados en el ferry... a la ida!!!! Joder,eran las ocho y poco de la mañana y más de uno iba pero con una buena merluza encima... Pero lo que de verdad nos impactó fue eso, ver a chavales finlandeses con carritos de carga con litros y litros de cerveza... eso nos mató, acostumbrados como estamos aquí a que si queremos una cerveza nos bajamos al bar...
Guapisima la iglesia ortodoxa (la del interior), me quedaria horas en ese altar mirandolo todo.
ResponderEliminarY los paisajes son increibles.
Tuvo que gozarla el Fal Labordeta XDD
RMS.
Ostras, no sabía que Tallinn tuviera esa pinta tan antigua, y mira que se me contaron historietas de la ciudad... no recuerdo quién :P. Me molan esas cosas. Acabo de decidir que si un día voy a Helsinki me cogeré el ferry también.
ResponderEliminar¿Lo de la foto que dices que inspira a los grupos de black también es agua congelada? Si lo pintas un poco de amarillo parecería un desierto australiano. Debe de ser bastante curioso eso de caminar por el hielo todo el invierno y en verano tener ue anadr buscando puentes o barcas o simplemente largos rodeos para llegar de un sitio a otro. Puede que eso también pase en algunos lagos de montañas de España, pero yo, costero de mí, nunca vi nada igual...
¿Puedo preguntar cuáles son esas culturas prehistóricas que no conocemos en España?
Por lo visto, en Suomenlinna se hacen fotos promocionales la amyoría de grupos finlandeses, leí que el videoclip de "Trollhammaren" está grabado en los túneles esos. Si es como dices, debe de estar chulo ver en el mismo sitio estructuras modernas y diecisietescas (¿se dice así?) mezcladas. Qué poca envidia me das ¬¬
Y me encanta la portada de cinta que pones al final, pena de farolas.
Bien, ese fue mi ten extenso como inútil comentario a tu documental, jajaja (es que según leo se me vienen cosas a la cabeza), llego tarde a leerlo pero mereció la pena. Gracias por hacer un resumen tan detallado y poner tantas fotos.
Farolas, farolas, Grilo... ¡una pasada por el Photoshop y listo, xD!
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